¿Por qué el ruido?
El ruido para muchos es sinónimo de sonido no deseado, interferencia en la comunicación, el ruido es ese detalle molesto que altera nuestra percepción, todo aquello que sea considerado ruidoso entonces será un obstáculo para la claridad.
Dentro de la palabra ruido se puede encasillar todo aquello que no permita la asimilación y apropiación de una idea, el ruido deja de ser una propiedad para convertirse en molestia. Pero el ruido existe como unidad también, en todos sus aspectos el ruido es perceptible y puede ser tomado como idea con existencia propia y completamente definible. Desde este punto el ruido dejaría de ser un ente perjudicial para la comunicación y podría ser considerado como parte de la comunicación. Sin embrago sería también la piedra en el zapato para todo aquel que pretenda llevar a feliz término una discución sin muchas trabas, todo aquel que esté en búsqueda de una verdad absoluta, sin ninguna clase de oposición.
Pensando sobre estas ideas me pregunto qué sería del mundo sin la interferencia?, creo que todo discurso necesita movimiento, y todo movimiento necesita un punto de comparación para que sea real, el ruido funciona como punto de comparación en este sentido, si una discución no tiene interferencia no posee movimiento perceptible, se encuentra atrapada en un estatismo completamente inapropiado para el fenómeno de la comunicación.
Tomando en cuenta esto podría proponer que existe ruido desde que existen las ideas, una y mil veces la interferencia hace posible la dialéctica y hace posible el movimiento. Sin fricción no hay movimiento. Creo entonces que es indispensable generar mucho ruido para poner en marcha miles de ideas que están quietas en el espacio, que por ser consideradas verdades absolutas, o simplemente por no pensar en ellas, se han convertido en ideas estáticas que perjudican muchos aspectos.
Reivindiquemos pues al ruido como unidad, tenemos derecho a ser ruidosos.
Dentro de la palabra ruido se puede encasillar todo aquello que no permita la asimilación y apropiación de una idea, el ruido deja de ser una propiedad para convertirse en molestia. Pero el ruido existe como unidad también, en todos sus aspectos el ruido es perceptible y puede ser tomado como idea con existencia propia y completamente definible. Desde este punto el ruido dejaría de ser un ente perjudicial para la comunicación y podría ser considerado como parte de la comunicación. Sin embrago sería también la piedra en el zapato para todo aquel que pretenda llevar a feliz término una discución sin muchas trabas, todo aquel que esté en búsqueda de una verdad absoluta, sin ninguna clase de oposición.
Pensando sobre estas ideas me pregunto qué sería del mundo sin la interferencia?, creo que todo discurso necesita movimiento, y todo movimiento necesita un punto de comparación para que sea real, el ruido funciona como punto de comparación en este sentido, si una discución no tiene interferencia no posee movimiento perceptible, se encuentra atrapada en un estatismo completamente inapropiado para el fenómeno de la comunicación.
Tomando en cuenta esto podría proponer que existe ruido desde que existen las ideas, una y mil veces la interferencia hace posible la dialéctica y hace posible el movimiento. Sin fricción no hay movimiento. Creo entonces que es indispensable generar mucho ruido para poner en marcha miles de ideas que están quietas en el espacio, que por ser consideradas verdades absolutas, o simplemente por no pensar en ellas, se han convertido en ideas estáticas que perjudican muchos aspectos.
Reivindiquemos pues al ruido como unidad, tenemos derecho a ser ruidosos.